domingo, 16 de noviembre de 2008

Pecios Bicentenarios de La Coruña

Parte de la historia oculta de la batalla Elviña empieza a asomar bajo los lodos de la bahía coruñesa. Una expedición arqueológica subacuática bendecida por el Ministerio de Cultura ha empezado a sacar a la superficie los restos de los naufragios de las al menos siete embarcaciones inglesas que no pudieron completar la huida de la ciudad ante el acoso de las tropas napoleónicas del mariscal Soult.

Aquellos fríos días del 16 y 17 de enero de 1809, mientras sir John Moore y un grupo de sus mejores soldados se empleaba a fondo en contener el avance de los franceses para facilitar la evacuación de sus heridos de A Coruña, el golfo Ártabro se llenó de una lluvia de plomo procedente de los cañones de los galos, que querían consumar su victoria destrozando al ejército inglés.

En ese intercambio de cañonazos, siete de los barcos de la flota británica acabaron bajo las aguas, al pie del castillo de San Antón y allí han permanecido a lo largo de los últimos doscientos años, sin más visitas que las de los submarinistas que disfrutaban del valioso tesoro histórico.

Para proteger de cualquier posible expolio las piezas supervivientes después del hundimiento de las embarcaciones, la asociación napoleónica Royal Green Jackets, junto con un grupo de submarinistas especializados en la recuperación de piezas, iniciaron en el año 2004 los trabajos de localización y señalización de las embarcaciones.

Para ello, recabaron el apoyo del entonces alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, y empezaron a buscar financiación para lograr los más de 120.000 euros que se estimaba entonces que costaría reflotar los buques y su contenido. Hasta el momento, la agrupación histórica han conseguido la mitad de ese dinero, merced a una subvención del Ministerio de Defensa, por importe de doce mil euros, y a la agilización de todos los permisos necesarios para la exploración por parte del Ministerio de Cultura, que dirige el coruñés César Antonio Molina.
Con ese dinero, Manuel Arenas, uno de los impulsores del proyecto, junto con Miguel San Claudio y Alejandro González Caramés, destaca que se han puesto en marcha «un treinta por ciento de las excavaciones». El problema, añade, «es que ahora no tenemos dinero y buscamos instituciones, públicas o privadas, o donaciones de particulares, que nos ayuden a recuperar una parte de nuestra memoria histórica como ciudad en un episodio clave en su época».

En estas primeras prospecciones se han localizado algunas piezas únicas, como las balas enlazadas. También cuatro cañones de bronce separados del barco principal, aparentemente un carguero de amplias dimensiones. Ánforas, una espada, cerámica diversa y munición completan la primera parte de los hallazgos, que ya reposan en el Museo Militar a la espera de su limpieza y clasificación.

La Voz de Galicia, 15/11/2008. Francisco Espiñeira.

No hay comentarios:

Publicar un comentario